Los dÃas en la ciudad uno los pasa lo mejor que puede. Des de que salimos de casa, unos más pronto que otros, hasta que llegamos a nuestros dulces, gratificantes, reconfortantes y maravillosos puestos de trabajo, superamos pasos más difÃciles que cualquiera que nos hayamos encontrado en cualquier canal, desplome, techo o arista. En veinte minutos ya estoy ahÃ, pero que veinte minutos! Utilizo mi inseparable Daelim 125. Alguien me dijo hace pocos dÃas que me apuntara a ir en bici por la ciudad. Pero que queréis que os diga, en un par de ocasiones que lo he probado, no le he visto el color. Tener al señor del autobús detrás, acelerando con cara de psicópata... pues que no me dio buen rollo. De los veinte minutos que tardo, quince me los paso discutiendo ? QUE SI PON EL INTERMITENTE? , ?QUE NO MIRAS POR EL RETROVISOR?,?QUE SI ERES UN TAL, QUE SI ERES UN CUAL? y los otros cinco, ay... los otros cinco...la primavera hará que cualquier dÃa de estos tenga un accidente.
[+] click para ampliar |