Tuesday 20 de September de 2005, 12:42:44
Conocimiento
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Cuando pienso en todo lo que significa para mi la montaña, también me doy cuenta de que muchas de las cosas que pienso son compartidas por los que me rodean, sin dejar de ser algo muy personal. Aparte de paisajes, actividad fÃsica y otras cosas, para mi la montaña es una clara metáfora de la vida en la que podemos encontrarnos a nosotros mismos, mirándonos en un espejo de roca, tierra, nieve, y cielo.
A nadie sorprenderá que diga que es el lugar en el que me siento más libre. Porque creo que somos muchos los que en la montaña nos sentimos plenamente nosotros, en estado puro... Un lugar que nos deja sin respiración , en el que tememos a la muerte, mirándola de reojo muchas veces y mirándola de frente algunas otras. Por algunas de las cosas que hacemos, algunos ?de fuera? nos llaman locos. Pero nadie busca ponerse en peligro, y ¿es posible estar más vivo que cuando miras de frente la posibilidad de morir?, ¿hay mejor escuela para aprender a cuidarse?
No somos inmortales, y nuestro dÃa llegará, esto es de las pocas cosas que hay seguras en nuestra vida. Aunque a veces nos toque cerca, seria exagerado decir que haciendo montaña o escalando te pongas a meditar sobre la muerte, pero creo que sà hay ciertos momentos de lucidez en los que nuestro cuerpo y alma se funden con ese todo que nos rodea y nos recuerda lo limitados y frágiles que somos ante unas pìedras que llevan millones de años viendo el amanecer. Tenemos un principio y un fin, y lo de enmedio hay que llenarlo. Y aunque sea un eslogan chusco de pelÃcula, creo que es cierto que lo que hacemos en vida tiene su eco en la eternidad.
Es como si cuando estamos en una cima, una lucecita alumbrara en nuestro interior la realidad de lo pequeños que somos ante esa inmensidad que abarca el horizonte, pero que nos recuerda que somos una pieza de este inmenso rompecabezas, una pieza que tiene que cumplir su parte. ¿Es que nadie se ha acordado de sus personas especiales desde esos sitios desde donde todo es cuesta abajo? ¿Nadie ha dicho en su interior eso de ?me gustarÃa que estuviera aquà para compartir este momento?? ¿Nadie ha pensado ahà arriba en los problemas de su vida cotidiana y por un momento los ha relativizado, ante un mar de nubes o un horizonte lleno de montañas? Quizá sea porque ahà arriba nos conectamos por un momento al ordenador central, y vemos las cosas más claras. Es en esos momentos de lucidez, creo, cuando más somos nosotros mismos y nos damos cuenta de lo que es verdaderamente importante en nuestras vidas?
Y por qué hay una metáfora de la vida ahà arriba? También puede contemplarse la inmensidad y tener esos momentos de lucidez en una puesta de sol junto al mar, a un minuto de nuestro coche? y en muchos otros sitios. Cierto, pero ¿alguien sabe de qué hablo cuando pienso en lo que se siente y cómo se siente al recordar esas ascensiones en las que se las ha pasado bien canutas para subir ahà arriba y se ha conseguido? Dulce recuerdo ¿verdad? Y cómo es posible que una escalada extenuante y estresante, una experiencia que ha podido ser en momentos hasta desagradable nos hinche el pecho más que un plácido paseo en un radiante dÃa? Será que, como el acero, tenemos que templarnos a altas temperaturas, porque nuestro destino es ser más nosotros, ir más allá, conocer y sacar nuestras cualidades, y usarlas.
Y es ahà dónde creo que la metáfora de la vida se debe hacer más presente, porque, como decÃa QuintÃn en el escrito que entre otras cosas me ha inspirado hacer estas reflexiones, las montañas seguirán ahà las escalemos o no. Porque, ¿qué nos queda después de haber subido?, ¿realmente hemos ?conquistado? montañas? Qué tonterÃa? Muchas veces ellas nos dejan pisar su cumbre unos momentos y salimos corriendo despavoridos. No conquistamos nada que esté fuera de nosotros mismos. Y si ahà arriba no sacamos ninguna conclusión distinta, creo que mal vamos.
El punto axial de la metáfora de la vida que para mi constituye la montaña es que en ella obtenemos conocimiento. Conocimiento de nosotros mismos, del tamaño e importancia de las cosas. Desde arriba podemos ver en perspectiva, aprendemos que la visión de las cosas es muy distinta dependiendo de donde estemos situados, vamos viendo nuevas cosas según vamos subiendo. Vemos como cambian las formas de las cumbres, vamos conociendo las distintas caras. Escalamos una cara y queremos otra. Son la misma montaña, pero distinta apariencia, distinto esfuerzo, distinto aprendizaje que nos enseña que entre el blanco y el negro distan una infinidad de matices de gris? y todos los demás colores?
Aprendemos a recordar que, como en la vida, un dÃa radiante puede convertirse en una terrible tormenta? al igual que un carajal de nubes negras puede retirarse en pocos minutos y dar paso al más bello de los paisajes. ¿No es asà la misma vida? Conocimiento. Eso creo que se encuentra en el esfuerzo por subir montañas. Ese esfuerzo en el que poco a poco vas aprendiendo a que cuanto más vale una cumbre, más tiempo y trabajo requerirá? ¿No es asà la misma vida? Aprendes a valorar el compañerismo, a ser parte de un todo, vayas o no encordado a los que contigo van. Compartes tu comida, tu agua, tus miedos, rÃes y a veces lloras? Ves como algunos se marchan y te planteas si vale la pena lo que haces?
Aprendes que no hay más competición que la de uno consigo mismo y que este es un juego personal en el que compararse con el de al lado no lleva a ninguna parte, como en la vida. Pero sà aprendes del de al lado, ?y enseñas al de al lado. Porque la energÃa y el conocimiento tienen que fluir. Aprendes a tener paciencia, a valorar que cinco o seis horas no son nada? y que quizá cinco o seis meses tampoco sean tanto. Que las cosas no se consiguen al momento? Qué vale la pena sufrir un poco más? para conseguirlo.
Nos damos cuenta una y otra vez de que nuestros lÃmites estaban un poco más allá de lo que creÃamos cuando cruzamos puntos de no retorno en complicadas rutas, y tenemos que salir por arriba porque no se puede abandonar. Y lo hacemos. Y aprendemos qué es la responsabilidad de las decisiones. Y cada vez nos sentimos más poderosos, más capaces? para conseguirlo. Traslademos las mismas fórmulas a la vida y tendremos una valiosa herramienta para llegar arriba. Y no estoy hablando de esa ambición de la calle o de ejecutivo agresivo, no, porque se supone que en esos momentos ahà arriba ya nos habÃamos dado cuenta de qué nos acordamos y cuáles son las cosas que realmente importan? de en qué consiste y qué significa llegar arriba.
Nos superamos, vamos más allá y siempre queremos más. Creo que subiendo montañas, escalando paredes o atravesando valles vamos adquiriendo poder y conocimiento sobre nosotros mismos, y serÃa un derroche no utilizar este conocimiento en nuestra vida, que, al fin y al cabo, es mucho más que la montaña. Por ejemplo, unos patxaranes y unas risas en buena compañÃa.
10 Comentarios
Enviado por Mapicas el Tuesday 20 de September de 2005
“Camarada,
a las risas que compartimos, a los momentos vividos, ahora tengo que sumarle la ligera emoción que me recorrÃa al leer tus palabras. Aunque sepa que eres (somos?) un cachondo, ya sabÃa quién eres realmente. Encantado de compartir contigo mis ilusiones, mis momentos, los buenos, como aquella vÃa tan \"regada\", los malos, como aquella insoportable reunión. Gracias por ocupar tu pequeño hueco en el rompecabezas de mi vida. Pero recuerda, siempre, siempre, no lo olvides... CUIDAAAAOOOOO, CUIDAOOOO CON EL CHINOOOOOOOOOOOOOO!!
Emilio”
Enviado por Coruxa el Tuesday 20 de September de 2005
“Compañero
Muchas veces algunas cosas nos demuestran lo infinitamente pequeño y temporal que es nuestro paso por estas cimas; pero he aprendido que en buena compañia existen otros momentos en los que te das cuenta lo que la gente te aprecia.
Siempre vendra otro montañer@ y el seguira subiendo las montañas que nosotros nosotros nos pudimos regenerandose asi el sentimiento de union que sentimos con la montaña y sobre todo con algunos compañeros con los que disfrutamos en el lugar en el que nos encontramos a nosotros mismos y nos damos cuenta de lo insignificantes que somos excepto para la persona que esta a tu lado y que se ha unido a tu cuerda.
A por la paella A MUERTE unete a mi paellera :-)”
Enviado por Mae el Tuesday 20 de September de 2005
“Valla, con el \"articulo de coña\". Casi, casi pensaba que el único que trabajaba ese artÃculo era Emilo/Kirkegard, y Manolo, cuando entra en fase rem,(en algo tiene que pensar cuando se le pira la vista ¿no?). En fin, como dice Mapi, encantado de sudar, y temer contigo, pero me quedo con el regusto que te dejan estas cosas cuando las miras en el recuerdo. Y of course, cuidado con el Chino, pero más cuidado con el Orujiño Rumano y las murallas de Jericó.”
Enviado por El Señor Oscuro el Wednesday 21 de September de 2005
“Jo...con el kurro, me has sorprendido tio...ese sentimiento a nuestra actividad y a ese compartir...esos buenos y malos momentos con los buenos amigos...se merecen, un abrazo de esos que no se olvidan. Nos vemos en una proxima fiestuki \"patxanera\"...compartiendo unas risas.
El Señor Oscuro (con coraza, o sin)”
Enviado por Ze Y Para Qué Más... el Wednesday 21 de September de 2005
“Pues sÃ, como la vida misma.
Permitidme que entre aún más en lo profundo?
Es cierto: \"no conquistamos nada que esté fuera de nosotros mismos\"; asà como es, no sólo importante, sino imprescindible conocer y mirar a la montaña, a la vida, a las personas desde todas sus caras...y vivirlas, y sentirlas, y encaramarse en ellas y compartir todo el conocimiento posible, enriqueciéndose con ello el yo interior propio y ajeno, y el mundo que nos rodea.
La montaña somos nosotros. Igual que ella, con sus cimas y valles, con el vértigo de sus paredes, con la frescura de sus aguas, con el resplandor de un relámpago, con las piedras del camino?nuestros ecos?
Esa metáfora que es vivir y sentir la montaña, esa metáfora polivalente, que a todo aplica, lo es para quienes queremos sacar el jugo a cada experiencia intensa que vivimos en ellas, vida y montaña, por mucho que a veces conlleven esfuerzos y a veces sinsabores. Valga para hacer mejor nuestro paso por este mundo o para entender cosas pasadas...y ser mejores en la próxima ascensión.
Es el yo trasladado a lo pequeño y lo grande que encierra cada espacio en el cual la montaña se despliega. Que a veces te acoge y a veces te expulsa y un@?la ama, tal como es. Y volvemos a ella porque encierra fuerza, belleza, magia, poder? porque nos ofrece mil vÃas que recorrer para llegar a un mismo punto y nos va regalando por el camino todo su esplendor. Y es lo mismo que la vida nos ofrece y sin embargo vamos por ella, dando traspiés, errando el camino, soltando la cuerda y muchas veces?cayendo al vacÃo.
Pero ella no sólo encierra una inmensa sabidurÃa en un lenguaje claro y sencillo para quienes saben escucharla, ella te ofrece todas la oportunidades que desees. La vida es algo más estricta: algunos caminos no se pueden volver a recorrer.
Por todo eso, ella nos enseña que de la vida podemos extraer mucho más, si aprendemos a evitar resbalar en el mismo sitio, a no dejar escapar el punto de apoyo que pueda ofrecerte, apreciar las cosas desde diferentes perspectivas, que nada es regalado ni fácil y que vale la pena luchar por lo que uno quiere alcanzar.
Y como decÃa un anuncio de TV que me gustó mucho ?¿Qué es mejor: llegar a la meta o disfrutar del camino??. Yo lo tengo claro. Disfrutar de cada instante, de cada lugar, de cada persona, de cada vivencia y con ello llegar a mi meta: vivir la vida.”
Enviado por Francisco P el Friday 23 de September de 2005
“Hola Kurro, no te conocà en el MS6, erais muchos....., pero tus palabras escritas reflejan cosas que siempre he pensado, y que nunca podré describir tan bien como tu lo has hecho.
Pero si que hablé contigo por el walky, tu desde \"CIMA\".......... yo desde \"refugio\" me alegro, a ver si la proxima vez coincidimos.
Un abrazo.”
Enviado por May el Thursday 15 de December de 2005
“Palabras evocadoras y emocionantes.Gracias. La montaña como una alegorÃa de lo eterno. La extenuación y la euforia de la ascensión cómo una aporÃa, cómo el planteamiento de una dificultad que no tiene solución. O al menos no de forma explÃcita. Mejor asÃ, si existiera respuesta a la contradicción, creo que serÃa insostenible. Mi relación con la montaña es ambigüa. La odio, las odÃo a todas. Aborrezco su apariencia de animal antidiluviano y su alma inmisericorde. Desde el momento en que levantas la mirada hacia ellas, sabes que sacudiran sus lomos para librarse de ti, insecto molesto que perturbas su paz secular. Pero he aprendido por contagio, como se saben las cosas que nunca se desconocieron, a amarlas. Admiro su aparicencia magnÃfica y salvaje y su alma indomable. En efecto, se trata de una conquista: ellas son las que se apoderan de la respiración, del calor, de las fuerzas. De la vida en algunos casos. Y a cambio, ciegan con una deslumbrante belleza y en muchos casos como decÃa NV en una canción, arrancan de tà ese algo inextirpable. En la montaña el tiempo no se deja pensar en instantes, horas minutos o segundos pero es el tiempo de las cosas que importan. Es el lugar donde las cosas importan, donde encontrar con suerte una unidad de sentido.”
Enviado por Intj Man el Monday 25 de December de 2006
“MagnÃfico texto. A veces creo que la razón de qué la montaña es tan bella es que hay poca gente ahi. Y nos sentimos más nosotros porque no hay interferencias y somos nosotros, quienes con la naturaleza... lenamos el lugar...
Saludos colegas”
Enviado por Gabi el Wednesday 10 de January de 2007
“Kurrooooooooo!! menudo tostón!!!”
Enviado por Ana el Monday 5 de February de 2007
“Este verano tuve la oportunidad de cruzar Corcega por su parque natural... Me impactó. Por eso hemos montado con laisladelosdelfines.com un proyecto para visitar Patagonia, Amazonas, Orinoco y Chile. Os invito a que lo veáis y participéis, es apasionante. Son viajes que cambian tu vida. www.tuexpedicion.com”
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