Sunday 13 de February de 2005, 00:00:00

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Ante las nevadas inusuales en la Costa Tropical se da la paradoja que este mes de enero ha nevado más en la cara sur que en la norte de Sierra Nevada. Esta salida fue una incursión por curiosidad el las faldas de las laderas que dan al sur de Sierra Nevada y acabamos en lo alto de El Caballo.

[+] click para ampliar Pico El Caballo 3015 m

[+] click para ampliar Por las laderas

[+] click para ampliar Al fondo El Veleta y El Mulhacen

[+] click para ampliar Barranco del Río Lanjarón

[+] click para ampliar Estado de la nieve

Fue el doce sábado del mes de Febrero. Y no nos lo habíamos planteado previamente. De hecho yo pensaba hacer el paseo de Castell de Ferro a Motril por la costa y las playas. Pero el día de antes, en la reunión del Aula Medioambiental me convenció Fernando de dejar ese paseo para la primavera y que aprovechásemos la nieve caída en el entorno. Es cierto que no había caído nieve el la Costa Tropical con la intensidad que ha caído este Enero desde hace 80 años o más según las crónicas locales. Así que está Sierra Lújar, La Almijara y la cara sur de Sierra Nevada, Las Alpujarras reventando. Lo nunca visto. Por eso me animé a tirar para la sierra el sábado.

Se unió Víctor con su imprescindible todo terreno y salimos el sábado a las 7:30 de la mañana hacia la sierra, sin rumbo fijo, preguntándonos qué íbamos a hacer. Nos planteamos varias posibilidades pero nos decantamos por el pico El Caballo, de 3015 metros, sobre el pueblo de Lanjarón. Íbamos a acceder al mismo desde Tello-Ventura pero de camino a Orgiva recapacitamos y nos volvimos para acometerlo desde Nigüelas. Y menos mal porque tal y como vimos desde arriba la subida desde el refugio de Ventura hubiese sido una deslomada intentarlo porque había enormes cantidades de nieve y sin huella? y éramos tres.

Es curioso lo que vimos. Había mucho más acúmulo de nieve en la cara sur que en la norte y oeste. Posiblemente lo que cayó en la Costa Tropical fue una serie de tormentas que no pasaron la cordillera de Sierra Navada y descargó en las laderas de su cara sur. Ya digo, impresionante la cantidad de nieve que vimos acumulada en la vertiente sur de forma atípica. ¿Será el cambio climático?

Un Nigüelas tomamos la pista que nos acercó al cortijo Etxebarría, a 2000 metros. Más de la mitad de la pista era nieve de una cuarta, por la cual habían pasado sólo dos todo terrenos con cadenas. Desde el lunes que nevó se puede decir que no había pasado nadie. Al llegar cerca del cortijo Etxeberría dejamos el auto pues se acababa la huella y, cosa curiosa, no había huellas humanas en el entorno. ¡No se habían bajado de los coches! Éramos los primeros en pisar la zona desde la nevada con lo que enseguida se nos vino a la cabeza la ?pringaera? de abrir huella.

Y así fue. Tiramos casi cresteando en dirección del Caballo para salvar los más de 1000 metros que teníamos por delante pues por cresta siempre hay menos nieve al batir algo el viento. Al inicio fuimos por una pista con una cantidad enorme de huellas de mustélidos, perdices, pájaros, gatos monteses, zorros, jabalíes?, disfrutamos como enanos identificando los bichos a los que pertenecían. Nos lo tomamos con tranquilidad, habíamos ido a pasar un día como niños entre nieve y no queríamos echar a correr como siempre (?maricón el último?). Aunque al final acabamos embalándonos, sobre todo en la bajada.

Desde la mitad del recorrido la nieve llegaba a la rodilla cuando menos profundidad tenía. Ya sabéis lo agotador que es abrir huella en esas circunstancias. De tres horas que se tarda en hacer la subida echamos 4 horas y veinte minutos. Eso sí, mereció la pena el entorno inmaculado, algodonoso, sin ?romper?. Raro hoy en día por la masificación que se empieza a vivir en el alpinismo. Indescriptible las sensaciones del entorno, el silencio, ni una brizna de aire, un sol precioso (que se lo digan a mi piel hoy), todo despejado?

Conforme subíamos se iba viendo la Sierra de La Almijara llena de nieve, Sierra Lújar también, El Lucero, La Giralda, La Maroma en la Sierra de la Virgen de las Nieves?, espectacular por lo inusual. Por el contrario, el Trevenque totalmente pelado. Cuando se empezaban a ver las dos vertientes, norte y sur, apreciamos lo poco que cayó en la norte en comparación con la sur.

Procurábamos ir por aristas y pedregales pues no íbamos provistos de raquetas ni nada y estábamos hartos de abrir huella. Siempre, en estos casos, el esfuerzo merece la pena. Al llegar a cumbre las vistas eran espectaculares, se veía por la zona norte Granada con todos los pueblos de la vega granadina, hacia el sur toda la costa, el puerto de Motril, las localidades de Salobreña? Estaba tan despejado que divisábamos con total nitidez el Rif, el atlas y la costa marroquí. Y detrás  hacia el noreste los majestuosos picos de la Sierra Nevada, destacando El Veleta y El Mulhacén.

Allí comimos, reímos y hasta medio eché una siesta. Daba pena bajar y dejar lo que teníamos frente a nosotros.

Cuando nos decidimos a tirar hacia el coche pasaron sesenta minutos. La bajada fue rápida, en dos horas y media estábamos en el auto. Seguimos en gran paste la huella dejada. El la pista vimos con pena que por los sitios inmaculados por los que pasamos a la subida, se iba perdiendo huella y nieve con celeridad por el calor que hacía.

En fin, un sábado bonito, con muchas sensaciones para recordar y con la extrañeza de que en una zona como en la que estuvimos en un día como el que hizo nos cruzamos sólo con dos montañeros que seguían nuestra huella cuando íbamos de retorno.

Miguel Martín Almendros

1 Comentarios

Enviado por Deleted el Friday 2 de March de 2012

�voi mañana al caballo por primera vez y la verdad me a parecido interesante ver las fotos y leler el comentario�