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Sunday 18 de March de 2018, 00:13:28
17-03-18: Ascensión al Elefante (Montserrat) desde Sant Benet
Tipo de Entrada: RELATO | 2 Comentarios | 2695 visitas

En compañía de Jorge asciendo por la Canal del Pou del Gat y la Canal Plana desde la Colònia Puig, junto a Sant Benet, hasta alcanzar tras un entretenido recorrido aéreo con una estrechísima canal final el punto culminante de Tebaida, el Elefante (1156m), junto a agujas como la Momia y la Preñada.

 

Pasan pocos minutos de las nueve y media, la hora acordada, cuando llego al aparcamiento situado enfrente de la abandonada Colonia Puig, próxima al monasterio de Sant Benet. Se trata de un antiguo hotel de lujo convertido en hospital de guerra durante la Guerra Civil, actualmente en estado ruinoso y visitado por amantes de lo abandonado y de los fenómenos paranormales. En su interior, el inventor del futbolín, Alejandro Finisterre, recuperándose de heridas de guerra, construyó el primer futbolín con la ayuda de un carpintero de Monistrol.

 

Jorge ha llegado hace unos pocos minutos. Quizá me haya tomado la delantera cuando me he detenido a repostar pasado Terrassa, al inicio del tramo de media docena de radares consecutivos. Como sucede en la N-340 o la N-II, aquí, en la C-58, se ha dejado la vida muchísima gente porque la alternativa más segura es de peaje. Le comento que otro día podemos quedar más cerca, por ejemplo en el IKEA de Sabadell, y nos ahorraremos cerca de 80km de combustible entre ida y vuelta, lo que beneficia tanto al medio ambiente como a nuestros bolsillos y ganas de tertulia.

 

Una vez lista la mochila, partimos hacia la canal del Pou del Gat. Para alcanzarla, primero subimos a través de un sendero, ganando bastante desnivel, hasta la carretera que va a Santa Cecília. En ella caminando un rato en sentido al monasterio de Montserrat, cual peregrinos que retornan de Santiago, tomamos un nuevo sendero que, mapa en mano, nos deja al inicio de la Canal del Pou del Gat (672m), señalizada con un poste de madera. Esta tiene algún tramo entretenido, rocoso y resbaladizo por la humedad, en el que hay que extremar las precauciones, en especial el equipado con una cuerda a modo de pasamanos.

 

A la salida de la canal (865m) un nuevo canal nos recibe. Esta vez no es el Camí dels Degotalls, sino el GR que tomamos a mano derecha en sentido Can Maçana. No tardamos en abandonarlo para tomar una nueva canal, la Canal Plana, no señalizada pero fácilmente localizable mapa en mano, pues en este punto el GR describe una gran curva y estamos justo en el centro. La canal no tiene nada de plana, no hace honor a su nombre. Jorge, como siempre, va a toda máquina y yo intento seguirlo. Lleva más excursiones en lo que va de 2018, que yo en los últimos dos años, si bien mi inferior edad compensa esto en parte.

 

Al salir arriba al collado, al mundo exterior, las vistas la verdad es que son algo decepcionantes. Para remediarlo, ascendemos a una aguja cercana fácilmente accesible, con grandes vistas hacia la vertiente de la que venimos. A lo lejos se ven el Montseny, La Mola, el Montcau, Manresa, Sallent, el Prepirineo y el Puigmal. Mapa en mano, nos dirigimos hacia la cumbre del Elefante. Qué pasada tener un mapa de escala 1:5000, cada centímetro son tan solo 50 metros en la realidad, apenas medio minuto de caminata. No conozco ningún otro lugar con un mapa tan detallado de la Editorial Alpina.

 

La subida al Elefante es tranquila y solitaria. De hecho, no nos hemos encontrado con nadie ni en ninguna de las dos canales ni aquí. En cambio, enfrente, en la zona de la Gorra Frígia, no paran de pasar personas que se dirigen de Sant Joan a Sant Jeroni. El terreno es algo aéreo, todo terreno rocoso conglomerado. Cerca hay una aguja con forma de mono pero de nombre La Preñada, me temo que la barriga debe de estar en otra vertiente no visible desde aquí. Llegamos a la estrecha canal que da acceso a la cima. Jorge se queda empotrado, intentando avanzar. En las fotos solo aparece un culo. Yo me deshago de la mochila y como soy delgado, la supero de lado.

 

En lo alto de la aguja, coronada por un hito de piedras que sostiene un palo, nos tomamos una foto, miramos a nuestro alrededor el paisaje y abandonamos rápidamente la cima somital que Jorge tan aventurera y venturosamente ha hollado. Para descender la estrecha canal Jorge me lanza su mochila para abajo y una vez reunidos, al sol, desayunamos unas galletas de chocolate Bon Area, unas nueces y unas barritas energéticas con vistas a la Gorra Frígia. Tengo buenos recuerdos de haber estado ahí arriba anclado a la cruz con mi kit de vía ferrata, cuando todavía no estaba desinstalada la vía de acceso para los no escaladores.

 

Deshacemos con cuidado el trecho rocoso hasta el sendero y esta vez, en vez de regresar a la canal Plana, tomamos el sentido contrario y en pocos minutos nos plantamos en la increíble ermita de Sant Salvador, menuda pasada de refugio libre para pernoctar con grandes vistas al mar y el Tibidabo, entre otros. ¡Menudo debe de ser el amanecer aquí! Un chico nos fotografía juntos –será la única foto en la que salgamos los dos– e investigamos el depósito de agua, al borde del vacío, repleto de renacuajos. En el interior de la ermita hay hoguera y una mesa de aspecto muy antiguo, además de un dibujo colorido de aspecto infantil.

 

Cerca trepamos hasta una triple arcada pero resulta ser un cagadero, diríase que hace las funciones de letrina de la ermita. Creemos que la gente, una vez trepado para nada, aprovecha para ir al lavado, fruto del sesgo de costo hundido. Unas lazadas nos permiten perder altitud a gran velocidad, a la vez que escuchamos a tres escaladores que se enfrentan a las paredes del Elefante, diría que exactamente en su trompa. El del medio parece bastante novato pues está agarrado a la cuerda. Pronto llegamos a la ermita de la Trinidad, donde Jorge se sorprende ante la presencia de un prado en plena Montserrat, tanto, que lo fotografío junto a él con una aguja como telón de fondo.

 

Aquí vamos a tomar un nuevo sendero que nos deja en lo alto de la Canal del Pou del Gat. La descendemos con precaución –es más delicado que su acenso–, seguimos un rato por la carretera a Santa Cecília y un sendero, en descenso, nos deja de nuevo junto a la Colonia Puig y Sant Benet. Son las dos de la tarde, apenas has sido cuatro horas y media de excursión. Ante la imposibilidad de grabar un vídeo por el viento presente, hablamos de temas vitales varios antes de despedirnos, si bien en la carretera nos volvemos a ver hasta que, pasado Sabadell, yo tomo la AP-7 sentido Gerona mientras que él continúa por la C-58 hacia Barcelona. Romántica manera y lugar para despedirse…

 

Recuerda que estás invitado a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito: www.youtube.com/felizexito


2 Comentarios
Enviado por Jorge el Sunday 18 de March de 2018

“¡Una magnífica excursión matinal! Me ha gustado lo de haber hollado la cima somital tan aventurera y venturosamente. Una soberbia crónica, David, con sabor a clásico.”
Enviado por Jorge el Sunday 18 de March de 2018

“Por cierto, veo que te has documentado sobre la Colonia Puig. No tenía ni idea de que el inventor del futbolín hubiera pasado por allí ni que fuera un hospital de guerra. ”


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