Saturday 21 de January de 2006, 15:03:37
Para los defensores de las montañas
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Desnivel.com 11.01.2006

AGRADECIMIENTOS
Para los defensores de las montañas

Reproducimos la carta que Eduardo Martínez de Pisón ha escrito para
reconocer el esfuerzo de todos los que luchan por proteger las
montañas. -

Por Redacción Digital  







Eduardo Martínez de Pisón.
Desnivelpress.com 

Desde hace unos cuantos años, el geógrafo y catedrático Eduardo
Martínez de Pisón lucha para salvaguardar las montañas de las
agresiones de empresas con intereses económicos en las estaciones de
esquí. Casos como el de Espelunciecha, Valdelinares o Javalambre, han
provocado la reacción y creación de grupos como la Plataforma para la
Defensa de las Montañas de Aragón, Ecologistas en Acción o Montañeros
en Acción. Es a todas estas organizaciones, y a los grupos de
comunicación que les dan cancha para poder denunciar los abusos, a
los que Martínez de Pisón quiere agradecer su esfuerzo a través de
esta carta.

No es la primera vez que Eduardo redacta un escrito para despertar
nuestras conciencias, de hecho, él fue uno de los primeros en
denunciar las violaciones que se estaban cometiendo contra las
montañas a través de su Decálogo para proteger las montañas, del
Manifiesto que leyó en la manifestación en Portalet en marzo de este
año para salvar el Pirineo Aragonés, o de la Carta Española de las
Montañas en la que participó.




Eduardo Martínez de Pisón.
Foto: desnivelpress.com 
Carta de fin de año a los defensores de las montañas de Aragón
Lo primero de todo, gracias. Gracias a vuestro idealismo por las
montañas, a la generosidad de vuestra actitud, al tesón y a la
entrega con los que mantenéis su defensa sin perder fuerza ni ánimo,
pese a las adversas circunstancias, pese a insolencias e ignorancias
que uno no creía ya posibles. Gracias por el respaldo a las causas
que no menguan, por el aumento de aliento y de compromiso que estos
actos suponen. Gracias especiales por el recuerdo mantenido de las
marmotas y los sarrios desterrados de Espelunciecha. Es áspero ir a
contrapelo de la fuerza, del desdén y de la corriente. Por eso hay
que apoyar a los poetas y a los quijotes que están a nuestro lado,
entre tanto desengaño.

Pero también hay que agradecer por su especial significado a la
prensa libre que ha dado, contra cualquier presión, difusión veraz de
los hechos y de las opiniones. E igualmente hay que reprochar los
silencios en quienes los practican. Esto es fundamental, hasta tal
punto que sin el apoyo de aquella prensa que ha venido permitiendo el
conocimiento de los hechos al margen de instrucciones o de
complicidades la indiferencia habría sustituido a la constatación,
pues, cuando no hay prensa, el vacío es tangible, el frío del hielo
se apodera de los problemas.

La experiencia me ha enseñado, desde remotos días, que la Naturaleza
necesita la difusión del conocimiento y de los problemas, del debate
abierto, de la influencia en la sociedad. Necesita luz. Y su eclipse
acompaña, en cambio, (lo más terrible son los silencios) a la
insensibilidad y al riesgo de daño: la naturaleza necesita una voz.
Si no, es muda. Vosotros, amigos, sois esa voz. Los guardianes de la
voz.




Eduardo Martínez de Pisón conversando con Javier Martínez Gil en un
viaje informativo a Formigal.
Foto: desnivelpress.com 

Hemos asistido a avances y retrocesos, a emersiones de situaciones
nuevas y también de antiguas amenazas que permanecían sumergidas. A
aumentos de conciencia y a pérdidas de confianza. A una disminución
del mutismo y a un incremento de la capacidad de deterioro. Es
tiempo, pues, de conciencia abierta y de participación en el proceso
de defensa de la naturaleza, lo que no es fácil, porque los actores
del deterioro tienen ídolos muy generosos con ellos. Es una defensa
difícil, con oponentes muy fuertes y tentadores. Pero no hay que
cejar. En nuestro pesimismo optimista somos tenaces.

Me acojo, llegado a este punto, a un consejo estupendo que daba Scott
Fitzgerald y que quiero compartir con vosotros. Dice así: "Una prueba
de inteligencia es la capacidad de retener en la mente dos ideas
opuestas a la vez sin perder la capacidad de funcionar. Por ejemplo:
uno debería ser capaz de ver que las cosas no tienen remedio y, sin
embargo, estar determinado a cambiarlas".

En eso estamos.

EDUARDO MARTÍNEZ DE PISÓN.
29 de diciembre de 2005

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