FERRATAS EN ANDORRA

El sábado, a pesar de que amenazaba lluvias, me fui a Canillo para hacer alguna ferrata. Pendiente del cielo, hize la del Roc del Quer. Es una ferrata muy bien equipada, con algunas presas artificiales, que en algún tramo se agradecen dada la verticalidad de la vía. El regreso, espectacular... las vistas, con el paisaje otoñal, una gozada. Como el cielo continuaba igual, me fui para hacer la de Racons. 400m de pared, roca de colores a conjunto con los tonos ocres de los árboles, colores cálidos que dan la bienvenida al frío. La ferrata, con un patio brutal y unos desplomes al final en los que hay que tirar fuerte de brazos, es de las más duras de Andorra. Al final, se puede empalmar con la ferrata del Canal del Grau (350 m más). Aunque ya llovía, imprudente de mi, continué... en el primer puente ya no sabía donde meterme. Llovía, la roca mojadísima... uyyy por suerte no oí ningún rayo!. Dos rebalones que de poco me cuestan un disgusto. La entrada al puente tibetano ya fue un drama...era la ferrata más sencilla, menos mal!!.De camino al coche, un diluvio!. Aixxx!!! De todos modos, el remojón mereció la pena!!.