TEIDE INVERNAL

Han sido cuatro días y medio inolvidables, de las cuatro veces que he estado en Tenerife, esta ha sido, de lejos, en la que mas he disfrutado.

Siguiendo los consejos que habeis dado, mas lo que ya había leído por internet, mas la información que conseguí en los bungalows donde nos instalamos, todo ha ido como una seda. El dueño de los bungalows nos presentó a un amigo suyo que ha subido mas de doscientas veces al Teide, en todas las épocas del año. Nos dijo que no había ningún problema en subirlo estos días, y se ofreció a acompañarnos y ha tramitarnos lo del permiso, mas los billetes del teleférico.

Madrugamos mucho, el guia nos llevó en su todoterreno, y cogimos el primer teleférico. Hacia frío, aire molesto y mal olor. La nieve estaba compacta, habían muchas huellas, y tramos sin nieve. Equipados con bastones muy buenos de senderismo, con unas botas canadienses con mucho taco, y con plumífero ( tanto mi compañera como yo ) iniciamos el ascenso final, que no parecía muy largo.  Nuestro amigo lideró la cordada, y entre bromas, risas y vistas al magnífico espectáculo que había alrededor nuestro - todo océano - llegamos a la cima del Teide, y encima estábamos solos. Detrás nuestro venían un grupo formado por alemanes y holandeses, pero no pudieron seguir nuestro ritmo. Nosotros no tuvimos ningún problema de mal de altura, dolor de cabeza ni nada que se le parezca, estábamos físicamente estupendos.

Mi compañera iba justa de ropa de abrigo, debajo del plumífero solo llevaba una camiseta técnica, y sus botas eran de senderismo sin membrana de goretex - y a los quince o veinte minutos tuvimos que iniciar el descenso, que se hizo demasiado rápido. Había tramos que no había nieve, pero resbalaba mas que la propia nieve.

Durante el regreso a Playa las Américas, nos paramos en el primer bar a tomarnos unas cervezas, y puedo asegurar que una sola cerveza nos hizo el efecto como de haber bebido al menos diez. 

Por la noche nos permitimos ir a la discoteca, pero a la una de la noche nos tuvimos que retirar. Al día siguiente nuestro guía nos llevó al aeropuerto, y después de un vuelo un poco cansado, llegamos a Bilbao.

Perdonad el rollo, pero estoy eufórico, y muchas gracias por la información prestada.  Veo que teneis un buen foro, en el cual en un futuro puede que me inspire para realizar otra ascensión.