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Friday 2 de August de 2013, 19:50:06
28-07-13: Estany de Besiberri desde el refugio de Conangles
Tipo de Entrada: RELATO | 5205 visitas

Subida hasta el Estany de Besiberri (1985m) y los alrededores del nuevo refugio de Besiberri (2228m) desde el refugio guardado de Conangles, al pie de la N-230, por el Valle de Besiberri en compañía de Manuel.

 

 

Tras el ascenso de ayer a la Tuca de Culebras (3062m) y el Vallibierna (3067m), lo que toca hoy es aprovechar el viaje realizado hasta aquí con una nueva excursión no muy larga, pues luego nos esperan unas cinco horas de regreso hasta casa. Dado que las altas cimas aún están nevadas y hay pronosticadas tormentas para esta tarde, Manuel y yo decidimos emprender el ascenso hasta el Estany de Besiberri, donde estuvo hace años, y quizá hasta el refugio homónimo. Tal y como me describe la zona, parece una buena idea subir hasta sus inmediaciones y esa será nuestra intención.

 

El refugio de Conangles es un refugio guardado emplazado al pie de la carretera N-230, a poco más de un kilómetro antes de llegar a la boca sur del Túnel de Vielha, sobre el punto kilométrico 150, a una altura de 1555m sobre el nivel del mar. De él partimos los primeros, a las 6:35, con la intención de terminar cuanto antes y evitarnos, por un lado, posibles tormentas, como la de ayer tarde y esta noche, con granizo incluido, y por otro, no llegar a casa demasiado tarde. A través de una pasarela, cruzamos el río Noguera Ribagorçana, lo que equivale a decir que hemos dormido en Cataluña pero tenemos el coche en Aragón, a escasos cien metros del refugio.

 

Una vez preparada la mochila y calzados las botas, partimos hacia el Valle de Besiberri por el GR-11, que se abre paso paralelo al río por el interior de un espléndido hayedo con algunos ejemplares realmente grandes. Está todo verdísimo, quizá por las abundantes lluvias de los últimos tiempos; parece literalmente increíble que estemos en verano. Aprovechamos la todavía ausencia de calor para detenernos y tomarnos algunas fotos, Manuel incluso se amaga tras una gran roca y asoma la cabeza junto al musgo. Un cartel indica 2h y 5,1km al refugio nuevo de Besiberri pero parece realmente optimista en cuanto al tiempo. Lo que respecta a la distancia, en cambio, es bastante poco interpretable.

 

Tras unos diez minutos de caminata, abandonamos la pista del valle del río y la carretera para enfilarnos hacia el valle de Besiberri. En un primer momento el sendero tiene bastante inclinación y atraviesa unas cuantas veces una pista forestal que sube describiendo grandes lazadas. Pronto pasa a avanzar, en lo que será una constante, junto al torrente y el rumor de sus aguas, ganando altura con bastante rapidez. Serán unos seiscientos metros en poco terreno. Como no es de extrañar, las cascadas que presenta el torrente llaman nuestra atención y nos fotografiamos junto a algunas. Hay una que justo donde rompe el agua presenta una gran roca que hace posible el disfrute de una especie de ducha que incluso a una hora tan temprana es de agradecer.

 

Aunque Manuel no lo recuerda, al alcanzar la cota 1830m cruzamos el torrente a través de una pasarela. En un intento de llegar hasta ella en los diez segundos que permite mi cámara en el modo de disparo automático, casi me caigo al abrirme paso por unas rocas mojadas, de modo que no llego y en el segundo intento, más fructuoso, me aproximo hasta la pasarela con mayor precaución. Al otro lado la pendiente es muy pronunciada, me recuerda a la subida a Coma de Vaca desde Queralbs en su tramo final, no solo por su dureza sino también por el paisaje, que me parece similar. Las dos paredes que marcan el límite del valle van acercándose y nosotros, cada vez más encajonados, empezamos a vislumbrar el final de la subida.

 

Son las 8:30 cuando alcanzamos el Estany de Besiberri, con varias tiendas de campaña instalada en los alrededores y el refugio valle arriba. Tras rodearlo, alcanzamos el Pletiu de l´Obaga, unos prados en los que uno de los acampados entabla conversación con nosotros. Le interesa especialmente si abajo ha llovido y si hemos pillado lluvia subiendo. Es de suponer que aquí arriba, con la tormenta de ayer tarde y de la pasada noche, no lo habrá pasado muy bien junto a su compañera, al menos en cuanto a lo que a fenómenos meteorológicos se refiere. Nos indica que valle arriba, hay un nuevo lago “junto a unos árboles”, así que proseguimos nuestra ascensión, eso sí, con un tiempo cada vez más inestable.

 

Tanto es así, que una vez alcanzamos el citado lago, de nombre Estanyet de Besiberri de Dalt o simplemente Estanyet, comienza a chispear. A Manuel no le parece un buen plan subir hasta el refugio, que lo tenemos a un tiro de piedra, diría que a unos cincuenta metros más arriba sobre unas rocas, y a mí no me parece una buena idea gastar energías en alcanzarlo y deshacer la subida mientras él se aleja y sobre todo que luego se pueda poner peor el tiempo y lamentar una demora que calculo en quince o veinte minutos. Unos chicos que vienen de él me dicen que está en buenas condiciones y que, a pesar de ser de doce plazas, han pernoctado en él veinte personas como han podido. Manuel, cuando se lo cuento, se alegra de que hayamos dormido en Conangles.

 

El regreso lo hacemos en un primer momento todo lo rápido que podemos, teniendo en cuenta que él avanza con un chubasquero y que la zona está bastante llena de agua incluso en los prados. Unos arbustos con flores rosas –rododendros– hacen de este lugar si cabe aún más bello, limitado por unas grandes paredes de roca que cierran lo alto del valle en lo que suponen la parte baja de la cresta de los Besiberris. Como he leído en la red, “el lugar invita a la contemplación y la poesía”, afirmación que suscribo. A Manuel, según me cuenta, de pequeño le gustaba bajar de las montañas corriendo, cosa que pone en práctica sin lograr dejarme atrás.

 

Lo que tenía pinta de ser el inicio del mal tiempo no pasa de ser una pequeña lluvia que al poco desaparece. Así, podemos descender con mayor calma, aunque no perdemos un buen ritmo que nos permite ir adelantando a la gente que baja de haber estado acampada o de haber pernoctado en el refugio, mucho más cargados que nosotros. Una pareja me comenta que ayer pudieron ascender al Besiberri a pesar de no haber traído material para la nieve, mientras que otro me dice que hoy iba a hacer el ataque pero visto como está el tiempo, ha tenido que renunciar. Además de estar el cielo gris, las altas cumbres están totalmente cubiertas por la niebla y en esas condiciones, además de arriesgado, quizá no valga la pena coronarlas.

 

La inclinada pendiente no ha costado tanto de descender, mientras que al otro lado de la pasarela, de bajada, se trata de un paseo. Como ya comienza a hacer bastante calor, al pasar junto a la catarata que hace las funciones de ducha nos detenemos para refrescarnos. No tardamos mucho en alcanzar la pista del GR-11 y a través de ella, a las 11:15, plantarnos de nuevo en el aparcamiento tras cuatro horas y cuarenta minutos de excursión pseudopaseo para amortizar más el desplazamiento en coche realizado hasta la zona con motivo de nuestro ascenso al Vallibierna. En el río Noguera Ribagorçana nos damos un pequeño baño que sirve para refrescarnos y cambiarnos de calcetines y de calzado para afrontar con mayor comodidad el largo viaje de regreso a casa. Nos llevamos, como suele decirse, la mochila repleta de buenos recuerdos de este fin de semana en el Pirineo.

 

P.D. Te invito a visitar mi canal de Youtube Feliz Éxito aquí:  www.youtube.com/felizexito




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