Para comenzar quería  hacer Itinerario nº 31: “CIRCUIT DEL MATARRANYAâ€� de la guía “ITINERARIS pels Ports de Beseitâ€�  de Jordi Bustos. (PRAMES).

Una cadena nos impide llegar al aparcamiento del Pla de la Mina. Es una consecuencia de la invasión de turistas y montañeros que se produce en estas fechas. Extraigo taciturno mis primeras conclusiones:  “Con tanta gente se trastoca uno de los atractivos del Port: la sensación de soledad. Semana Santa es el mejor momento para no ir al Portâ€�.

El Port está inundado de romeros en flor. Los pétalos son de un azul tenue, como el cielo en el horizonte. ¡No habíamos visto nunca tantos romeros en flor!. Los “payeses� los recolectan en equinoccio de primavera antes de amanecer y así se consigue su máximo efecto medicinal.

Camino muy claro (PR).
Arany: Buen mirador. Vértice Geodésico.
Veo hitos que se dirigen hacia las Gubias, supongo que son  del itinerario abierto por  Kildo Carreter, que unen las Moletes con el Pas del romeret.
Desde la Roca Morera, las Gubias  desde arriba: Impresionantes. Las fotografío con luz alta. Complementarán a otras hechas al atardecer.
Puente natural: lo veo desde abajo y me encaramo para observarlo desde arriba. A pesar de que no se ve la ausencia de piedra bajo los pies, la sensación de que se “podría desmoronar� me da yuyu.
Primeras cabras: Fotografío un macho con gran cornamenta. Muy vistoso ¡pero menudo castigo llevar ese sombrero permanentemente!.
Descendiendo  resigo sin problemas el camino que baja por el barranc de la Espasa(la cartografía Pilet dice que es otro). En la excursión del 2007-11-13   no supe encontrar el inicio cuando lo hice en sentido ascendente).
Se despierta el viento cuando estamos en el lecho del Matarranya.
Poco agua lleva el rio, no necesitamos descalzarnos en ningún momento.
Pas del Romeret : Divertido y entretenido. Con agarres seguros, pero en muchos lugares peligroso si cometes errores. Temo las rachas de viento en la parte alta, pero al final ni tan siquiera molestan.
El Parrisal:  ya lo percibo familiar. Nos cruzamos con turistas de todos los estilos. Algunos del modelo gritón.

Llovizna de madrugada.  Así aun es más confortable el Patrotel.  Nos quedamos escuchando el suave repicar de la lluvia en el techo a la espera de la evolución del día.
Parece que el tiempo quiere mejorar. Cambio de planes: aproximarnos con el coche al  Refugio de les Clotes. Y de ahí paseo por les Rases del Maraco hasta la Espina. Un árbol enorme, caído en la pista interrumpe el paso. ¿Estamos gafados?

Cambiamos de nuevo de planes: Desayunaremos con provisiones del coche  y redesayunaremos “mejorâ€� en Horta de Sant Joan. Nos apetece un café de máquina. Al mal tiempo buena cara ¿no?. Pero mi coco por lo visto no acaba de resignarse y trabaja en silencio…  Por ahí cerca está Sta. Barbara con su pasito aéreo. Si no es cantidad, que sea calidad. Recuerdo la pequeña cresta como un lugar bastante impresionante. ¿Nos achantará el viento?.

Nos saltamos el segundo café y aprovechamos la bonanza para probar este objetivo. La incertidumbre me acompaña en la subida. Es curioso: sólo me acuerdo del paso peligroso, del resto  -bonito por cierto- casi nada.
En aquella ocasión nos guió Jordi Bustos en persona. Esta vez lo hace virtualmente mediante la reseña del  su Itinerario nº 6: “TOSSAL D’ORTA O MUNTAYA DE SANTA BARBARAâ€� de la guía “ITINERARIS pels Ports de Beseitâ€� . (PRAMES).
Paso a horcajadas ¡qué caray!. Sopla el viento y no tengo el mínimo interés por demostrar a nadie cuan hombrecito soy.
Con buena voluntad y un poco de suerte hemos encauzado el día. Es un muy buen mirador del Port. Atisbamos el Montsagre de Horta y el Tossal d’en Grilló objetivos del Domingo.

Hace bastantes años el Baixador d’en Valero se convirtió en nuestro objetivo excursionista. Estaba dibujado en los antiguos planos (Mapa excursionista E 1:40000 de Josep Maria Brull y Joan Brull i Martinez, UEC Guía itineraria dels Ports) y comunicaba por un lugar imposible la parte alta del  Montsagre de Horta con su base. Por lo visto era un paso artificial, creado para franquear esos murallones inexpugnables. Tras varios intentos lo localizamos. Después de tantos años quería volver a verlo.

El Itinerario nº 1: “CIRCUIT DEL TOSSAL D’EN GRILLÓâ€� de la guía “ITINERARIS pels Ports de Beseitâ€�  de Jordi Bustos. (PRAMES), lo proponía como vía de descenso y con la reseña en la mano nos dispusimos a encontrarlo.
La reseña en las primeras descripciones ha quedado obsoleta: desde el Mas de Satorres , las explanaciones para crear campos de cultivo se han comido el camino. Incertidumbre. Seguimos a sentimiento. Intentamos reconocer si unas subidas pedregosas de la reseña son  las que estamos superando. Las Rocas Cambretas por su singularidad nos aclaran definitivamente donde nos encontramos. Luego el Pas de la Mala Dona, corto pero atractivo.


Y el viento, que en el bosque resulta poco amenazador, comienza a ulular presagiando un huracán  en las cumbres. Todo el itinerario es precioso y fácil de seguir. Pero el vendaval se desata y dificulta cada vez más nuestros pasos.


En un recodo del camino protegido del viento nos detenemos a almorzar y un grupito de educados trotones surca ligero nuestro campo visual. Nos saludan sin parar desde el sendero. Se les ve felices y concentrados cuando descienden dando saltitos por el sendero. ¿Les gusta la montaña? ¿Cómo pueden no parar a contemplar las magníficas paredes que nosotros estamos admirando? ¿Les compensa más las descargas de endorfinas que la contemplación de la Naturaleza?  Es igual, se les ve contentos  y a su rollo, y no tengo porque meterme. Simplemente gozan a su manera que no es la mía.


El viento cada vez más insistente menea los árboles como si fueran matojos. Del Coll de la Gilaberta al Tossal d’en Grillo, vamos caminando dando tumbos, recibiendo las ventadas como  bofetadas, ora de un lado, ora del otro. No lo entiendo:  en cuanto inclinamos el cuerpo para compensar el empuje que recibimos, cesa éste y nos ataca por el lado opuesto, añadiendo su fuerza a la nuestra, que al pillarnos por sorpresa nos saca del sendero. Usamos el bastón en una zona llana para equilibrarnos. Y nos detenemos cuando arrecia la acometida, para que se desgaste; y progresar nosotros mientras recupera las fuerzas ¡madre mía, es patético!


En silencio rumio el descenso por el Baixador d’en Valero, y me parece peligroso con estas condiciones. Llegamos a la cima desde donde se aprecia la verticalidad de la cara Norte del Montsagre. Glups... lo peor puede estar por llegar.


Recuerdo la zona donde comienza el Baixador. Pero faltan los hitos que cita la reseña y dudo… me da miedo acercarme al borde del acantilado con el huracán soplando. Buscamos por otro sitio por si mi memoria me engaña y el inicio está en un punto menos hostil, pero nada…
La decisión es evidente: Volveremos por donde hemos venido. Y el viento, que no nos quiere en el Montsagre,  esta vez nos empuja en la subida hasta el coll de Atans.


Esa tarde soplaron vientos de 82.8 km/h (a las 16 t.u) en Horta de S. Joan. Me gustaría haber dispuesto de un anemómetro para saber la magnitud que estábamos soportando  600mt por encima de la población. Y me habría gustado especialmente medirlo  en algunos estrechamientos donde  el Efecto Venturi seguramente incrementó la velocidad.


Pasé un rato pensativo, dándole vueltas a la retirada, pero pronto las Rocas de Benet, iluminadas por el sol de la tarde me parecieron excepcionalmente hermosas y consideré pueril seguir dándole al tarro.
Tarea pendiente: Poner un hito monstruoso (que no lo pueda desbaratar el viento) en el inicio del Baixador  d’en Valero y que defina el acceso seguro a la vertiginosa bajada.