Lyskamm y cercanías

La semana pasada Juan Carlos y yo nos acercamos hasta el refugio Gnifetti con un objetivo concreto, el Lyskamm, una oportunidad enorme para mí al acompañarme un auténtico profesional. La verdad es que siempre me ha impuesto mucho... El jueves 23 hicimos boca subiendo al Ludmigshöhe en medio de una enorme nube borradora azuzada por la ventolera del sur. El viernes amanecio despejado y casi sin aire, sólo alguna pequeña ráfaga de norte. Por mi imprevisión e inexperiencia me metí con el segundo de mis piolos sin llevar dragonera, y a media subida se me escapó de las manos. Me quedé esperando a Juan Carlos, quizás aliviado porque este terreno casi me supera, no estoy acostumbrado a él. Es un lugar alucinante, una vertiginosa cresta de nieve cortada a cuchillo. En una hora volvía Juan Carlos con la cima en el bolsillo. Pese a no hacer yo cima, la "expedición" ha conseguido su objetivo, y eso es mucho, y a nivel personal ha sido una experiencia fastuosa y tensa a la vez, una sensación mixta de plenitud y vulnerabilidad que un montañero elemental como yo casi no había experimentado nunca antes. Me conformo con haber hollado la llamada Cima di Escoperta, de unos 4.350 metros, el punto culminante de este vertiginoso hombro este de la montaña, a menos de 200 metros de desnivel de la cima principal. Luego nos fuimos hasta el Corno Nero, una punta secundaria del Monte Rosa, como el Ludwigs del día anterior, que "sólo" hace más de 4.300 metros.

Os colgaré en los próximos días una galería, y quizás un pequeño post de esos introspectivos que tanto me gustan, pero por el momento, como muestra valen dos botones:

Pues vaya, no doy con la manera de colgas un par de fotillas, menuda caca.....