Ascensión al SHASKIA KANGRI con Sanga (guía: Miguel Angel Yagüe)

De los 9 seismiles que he intentado subir en la vida, solamente he fracasado en 4 debido a agotamiento físico total o condiciones meteorológicas prohibitivas, pero en 8 ocasiones llegué a sobrepasar los 6.000 m.

A esta lista tengo que añadir un seismil al alcance de la mano no conseguido, pero la causa fue diferente. La meteorología favorable nos proporcionó una noche de luna casi llena en la que sobraban los frontales, temperatura agradable, viento nulo, y amanecer espectacular. Cuando faltaban 200 m para la cumbre mi forma física era la mejor que tuve en la vida a esa altura, debido a que había entrenado durante los últimos meses para no ser culpable de mi fracaso.

No logré el objetivo porque el guía no quiso.

Antecedentes:

Los participantes éramos: una mujer de mas de 70 años, una joven sin experiencia en la alta montaña, y 3 hombres que ya habíamos estado varias veces por arriba de los 6.000m.

El guía de Sanga nos dio instrucciones para atiborrarnos de medicinas para aclimatar, dormir, etc., lo que quizás perjudicó una mejor aclimatación natural a algún partícipe. Jamás he tomado pastillas para aclimatar ni las he necesitado.

El tercer día de trekking, bajando una ladera pedregosa inclinada y algo incómoda, por la que se podía descender por infinitas vías, el guía me obligó a ir por la mas incómoda: por donde iban los guías sujetando a las 2 mujeres para que no se cayesen, pues eran incapaces de caminar con soltura y seguridad por ese terreno. Yo podría bajar sin problemas mas alejado, siempre a la vista, pero el guía me obligó a ir por donde ellos, tragando polvo con el consiguiente riesgo de desprendimiento de piedras sobre los compañeros.

Considero que el guía se extralimitó en sus funciones con sus absurdas normas, tratando como colegiales novatos a montañeros experimentados. Debido a su inflexibilidad, su carácter irascible y su incapacidad para dialogar y contrastar opiniones, decidí obedecerlo para evitar situaciones violentas y desagradables.

La mujer mayor no tenía intención de subir a la cumbre, ni siquiera había traído material de glaciar pero el guía la convenció, casi la forzó y alquiló dicho material para ella.

El guía reconoció que no sabía el camino, ni siquiera lo tenía en el GPS. Es una falta de profesionalidad guiar en alta montaña en estas condiciones. 

Mejor hubiera sido no tener intermediarios con el guía local.

Día de la cumbre:

Después de media noche, con todas las condiciones favorables iniciamos el ascenso 9 personas:

- El guía de Sanga, el guía local, y 2 guías auxiliares.

- La mujer joven, que nunca estuvo por encima de los tresmiles y le dio el mal de altura.

- La septegenaria, que no sabía progresar en glaciar. Ambas mujeres no se manejaban bien en terreno un poco complicado.

- Un montañero experimentado, pero que reconoció no estar entrenado.

- Otro compañero que si estaba en condiciones de hacer cumbre.

- Yo, que llevaba meses entrenando para conseguir el objetivo, y me sentía completamente aclimatado y en forma.

A medida que íbamos subiendo se veía perfectamente que las 2 mujeres no se manejaban bien por un terreno algo incomodo, pero nada fuera de lo normal en la alta montaña y a la joven se le notaba que padecía el mal de altura; tenían que ser literalmente arrastradas por los guías, casi en volandas, para poder progresar. Era evidente que ambas damas deberían haber sido acompañadas abajo con alguno de los guías auxiliares a las pocas horas de empezar.

A unos 5.600 m pasamos a un nevero lateral, porque las mujeres no iban bien por la roca (sería mejor haber seguido sobre tierra firme). Considero completamente irresponsable la decisión del guía de continuar subiéndolas en lugar de ordenar que bajasen ya.

La cordada de las mujeres enseguida volvieron a la roca, pues eran incapaces de progresar por el nevero, mientras la cordada compuesta por el guía local, un compañero y yo continuamos sobre nieve.

Aproximadamente a 0800, habiendo alcanzado los 5.900 m en un llano al terminar el nevero, nuestra cordada nos encontrábamos esperando a que llegasen los demás para continuar, pero mi compañero de cordada estaba muy cansado y dispuesto a renunciar mientras yo me encontraba perfectamente dispuesto a acometer la cumbre con el guía local en menos de 3 horas, por la arista que se veía perfectamente asequible, mitad roca, mitad nieve en buen estado siendo las condiciones meteorológicas idóneas.

Al cabo de unos minutos el resto de personas llegó un poco debajo de nuestra posición. Se nos acercó el guía de Sanga con un aspecto patético visiblemente alterado, desencajado y agotado por arrastrar a las mujeres que eran incapaces de valerse por si mismas, y nos dijo que teníamos que bajar todos.

Yo le dije que quería continuar porque me consideraba en condiciones para acometer la cumbre.

El guía me dijo muy irritado que "somos un equipo" y teníamos que bajar todos juntos.

Mi equipo es mi cordada; si falla un miembro del mismo y no hay guías auxiliares para bajarle, se frustra la ascensión, pero este no era el caso: había 2 guías auxiliares para bajar con quien no pudiese seguir para arriba, mientras yo podría haber continuado con el guía local, con quien había logrado buena compenetración.

Dado el carácter irascible e inflexible del guía de Sanga, opté por obedecerlo contra mi voluntad, a fin de no empeorar la situación, renunciando a efectuar una "rebelión en la cumbre", que bien me hubiese apetecido.

Conclusiones

Estoy decepcionado por la actuación del guía de Sanga, por cuya culpa no tuve oportunidad de intentar hacer cumbre o al menos llegar a los 6.000 m.

Si él no hubiese venido, las mujeres no hubiesen intentado la ascensión, o se hubiesen retirado a su tiempo debido, y quienes nos encontrábamos en buenas condiciones hubiéramos podido continuar para arriba, y probablemente conseguir llegar hasta la cumbre con el guía local.

En definitiva, estoy profundamente indignado por la actitud del guía de Sanga, que me incluyó en un "equipo" de inútiles, y su único objetivo era que subieran 2 mujeres que no estaban preparadas en absoluto para hacer esta ascensión.

Si hubiera sabido que en este viaje tendría que incorporarme a un equipo de gente no preparada, un equipo de "o todos o ninguno", no me hubiera apuntado al mismo.

Asimismo estimo que Sanga no debería permitir apuntarse a estas expediciones a personas que no reúnen las condiciones adecuadas.

Por lo demás el viaje resultó perfecto tanto por el entorno, el ambiente, la comida, el tiempo y los lugares visitados. Intenté obviar momentáneamente el fracaso de la cumbre, y disfruté de la maravilla que es encontrarse en ese lugar tan remoto y diferente al nuestro, charlando con la encantadora y sorprendida gente que nos íbamos encontrando en los lejanos pueblos no habituados a la presencia de forasteros.

Pero como mi objetivo principal era el que da nombre al viaje, he quedado defraudado con Sanga y con el guía que .tiene asignado a esta ascensión.