Tecnica y Material
En el libro SEGURIDAD Y RIESGO volumen II de Pit Schubert, publicado por Ed. Desnivel, el autor hace una serie de afirmaciones, en las que desmitifica muchas de las ideas clásicas sobre el cuidado que debemos tener con el material. Como siempre, todo con un gran rigor científico que no dejan lugar a la duda, pero si, al menos, a la perplejidad.
Como son ideas muy polémicas, iré incluyéndolas en sucesivos post.
Empiezo con el siguiente bombazo: Las cuerdas aguantan más de lo que creemos (pág. 113 y siguientes, todas las cursivas son texto original del libro).
El autor demuestra que el pisarlas con los crampones es bastante inofensivo. Y para ello la pisa, primero a ciegas y luego a conciencia. La forma afilada de las puntas resbala sobre la redondez de la camisa, sin lograr deteriorarla nunca. Los resultados son semejantes tanto sobre nieve como sobre roca. Si conseguía pincharla sobre una laja... no lograba ni siquiera deteriorarla minimamente.
Ya en el laboratorio tuvimos que tomar un martillo y golpear sobre la punta del crampón, y después retorcerla dentro de la cuerda, como si fuera una lezna con la que se agujerea un trozo de cuero, hasta que por fin se podía palpar al otro lado de la cuerda. Pero todavía no sobresalía. Sólo cuando apartamos a un lado las fibras de la camisa con un cuchillo (y seguramente deteriorando varias de ellas durante el proceso), pudimos empujar la punta de crampón tanto como para que sobresaliera unos dos milímetros al otro lado de la cuerda. De acuerdo, esto parece poco creíble. Pero es así. Todo el mundo puede comprobarlo.
3 Respuestas
Última respuesta Friday 13 april 2007 - 21:24
(continuo) Esta cuerda dañada en el laboratorio, la testeó con caidas factor 2 (típico test estándar según las normas de la CE), haciendo que la zona estropeada trabajara sobre mosquetón (donde más sufre) sin apreciar ninguna disminución de prestaciones. Se puede pensar que es lógico debido a la elongación de la cuerda durante la caída, que nunca puede ser predicha de manera exacta. Es bastante difícil hacer que un tramo concreto de cuerda, de sólo dos centímetros de longitud, quede exactamente sobre la arista del mosquetón en el momento de actuación de la máxima fuerza de choque. Tuvimos que dañar un trozo de cuerda bastante más largo (15 centímetros), siempre del mismo modo. Lo agujereamos once veces (cada centímetro y medio) con una punta de crampón, para asegurarnos de que una zona dañada quedaría sobre la arista (de desvío) del mosquetón. Supuso un gran esfuerzo. De nuevo se nos hizo patente que este tipo de deterioros de la cuerda no son imaginables en la práctica. El resultado: ¡ninguna disminución del número de caídas estándar resistidas!, es decir, de nuevo ningún deterioro medible ni relevante para la seguridad de la cuerda.
Bueno, pues ya sabeis, si vuestro compañero de cordada os pisa la cuerda con los crampones... ¡no sufrais, no es para tanto!, pero de todas formas, que no se acerque a mis gemelas.
Pabelnosmatao!
El autor del libro, amplia la información con un matíz muy importante. Con frecuencia, los cascadistas limán las puntas de sus crampones, mejorando el filo que traen de fábrica.
En estos casos, al pisar las cuerdas, si que consiguen atravesar las camisas. Concretamente las pruebas de rotura estandar, disminuyen el 50 % el número de caidas que aguantan.
Asi que ya sabeis: si afilais los crampones ser especialmente cuidadosos con los pisotones.
Pabelnosmatao
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