Descripción
0.00
Lecina. Comenzamos a caminar desde la plaza del pueblo, siguiendo las señales que nos indican el camino hacia los Covachos de Barfaluy. El sendero desciende del pueblo entre huertas y pasa junto a un antiguo aljibe.
0.10
Básender. Llegamos al cauce seco del barranco del Básender, tal y como lo indica un cartel de madera. No hacemos caso del cartel, atravesamos el cauce y continuamos por un claro sendero ascendente.
0.20
Carbonera. Pasamos junto a una antigua carbonera en la que hay un cartel explicativo de las actividades humanas que se vienen practicando en la sierra desde antiguo.
0.22
Hito. A la izquierda del camino, un gran hito en una explanada pedregosa nos indica el lugar que deberemos tomar más adelante para descender al Vero. Nosotros no abandonamos todavÃa el sendero ya que queremos visitar las cuevas.
0.30
Covachos de Barfaluy. Llegamos a un espléndido mirador que domina la confluencia entre el cañón del rÃo Vero y el barranco de La Choca. Descendemos unos metros ayudados por unas escaleras metálicas, hasta las cuevas cerradas por unas verjas, que protegen las pinturas rupestres que decoran las paredes del interior. En ellas podemos distinguir figuras humanas, animales y sÃmbolos abstractos que seguramente tenÃan un significado mágico o religioso que hoy en dÃa se nos escapa. Junto a las cuevas podemos contemplar unas antiguas colmenas hechas de mimbre y barro. Regresamos por el mismo camino hasta el gran hito anteriormente mencionado.
0.45
Hito. Desde el gran hito, comenzamos a caminar por un terreno pedregoso que muy pronto se transforma en matorral. Tenemos que estar muy atentos ya que a menudo el camino se pierde entre la espesura de la vegetación. Avanzamos en dirección sur encontrándonos a veces con pequeños destrepes sobre rocas calizas.
0.55
Cuevas con pinturas. Aparece un hito que señala un camino que desciende a nuestra izquierda. Lo seguimos y tras bajar por una pequeña chimenea vertical situada bajo una encina, llegamos hasta la verja de otra cueva con pinturas rupestres, que no llegamos a distinguir. Estamos justo por encima de otras cuevas por las que pasaremos más adelante. Volvemos siguiendo nuestros pasos hasta el anterior hito en el que nos habÃamos separado del camino.
1.05
Faja. Seguimos caminando en dirección sur por una estrecha faja hasta llegar al borde de la muralla donde encontramos un resalte. Destrepamos este escalón por la zona más evidente.
1.15
Giro. Llegamos ahora a una faja mucho más amplia en la que tenemos que girar 180 grados a nuestra izquierda y seguir un sendero que avanza más o menos horizontalmente en dirección norte.
1.25
Sirga. Después de caminar por una zona de matorral y boj llegamos a un balcón rocoso. Lo atravesamos horizontalmente y vemos que en el otro extremo hay una vieja sirga a modo de pasamanos. Ayudados por ella, giramos al final del balcón junto a una encina. Sin soltar la sirga pasamos un tramo de unos 15 metros, fácil pero aéreo, hasta llegar un curioso agujero en la roca.
Nos encontramos en este momento en un amplio abrigo rocoso situado justo bajo la vertical de la cueva con pinturas a la que nos hemos asomado anteriormente. Podemos visitar sin dificultad una cueva que queda unos metros más arriba.
1.30
Espolones. Pasamos por encima de un gran árbol caÃdo y a continuación descendemos por una zona con mucha vegetación durante unos pocos metros. En seguida giramos a nuestra derecha y pasamos un espolón rocoso fácil pero muy aéreo. Al otro lado aparece una gran oquedad colgada. La recorremos hasta su extremo inferior derecho, donde cruzamos un nuevo y aéreo espolón. Ahora hemos llegado a una cueva con un posadero de lechuzas en su cúpula. Bajamos de ella por unos escalones tallados en la roca.
1.45
Cuevas del Gallinero. Si tomamos un sendero a la derecha podemos acceder a los abrigos de Gallinero, que contienen más pinturas rupestres protegidas por verjas. Atención porque la estabilidad de las escaleras que suben a ellas es más que dudosa. Regresamos por el mismo sendero.
2.00
Vero. Descendemos por un camino hasta el cauce del Vero. Remontamos el rÃo por un sendero que lo va cruzando de una orilla a otra hasta llegar al molino de Lecina.
2.15
Puente. Desde el molino tomamos el sendero que sube zigzagueando y luego baja hasta el puente que cruza el rÃo Vero al inicio del cañón.
2.25
Aparcamiento La Portiacha. Cruzamos por el puente y en lugar de seguir los caminos que suben al aparcamiento del Vero, nosotros tomamos un sendero que asciende paralelo al Vero, en dirección sur, por la vertiente opuesta a la que venÃamos. Entre bojes y pinos llegamos al aparcamiento del barranco de la Portiacha visible desde lejos.
2.40
Barranco La Portiacha. Cruzamos la amplia explanada del aparcamiento y descendemos unos metros hasta llegar a la cabecera del barranco de la Portiacha.
Se trata de uno de los barrancos secos más bellos de Guara. Consta de tres rápeles: el primero de ellos de 30 metros, la mayor parte volados; a continuación otro rápel de 8 metros y para finalizar un tercero de 35 metros (fraccionable 30+5), cuyos primeros 30 metros también son volados. Los dos grandes rápeles permiten descolgarse por unas semicuevas de tonos anaranjados muy espectaculares.
4.20
Vero. Salimos del barranco por un sendero que enseguida nos deposita nuevamente en el lecho del rÃo Vero. Continuamos por el camino ya conocido hasta el molino de Lecina y el puente del Vero.
4.40
Camino de Lecina. Sin cruzar el puente ni el rÃo caminamos por un sendero junto a la orilla que enseguida se separa del cauce para ascender hasta Lecina.
5.00 Llegada a
Lecina.
BibliografÃa:
E. Salamero
Parque de la Sierra y los cañones de Guara. 22 Itinerarios, Prames, 1997.
E. Salamero
Sierras de piedra y agua. Parque de la Sierra y Cañones de Guara, Camping Mascún, 2002
GalerÃa de fotos:
http://www.madteam.net/fotografia/galeria.php/832Teresa & Txem